Cruceros en Valparaíso, de mal en peor.
La Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) ha realizado otra reunión (diálogos con la ciudad les llama), ahora con los gremios del turismo y operadores de buques de pasajeros. Dichos eventos, al parecer, tratan de esconder la desastrosa gestión del que fuera primero gerente de proyectos y hoy gerente general de EPV.
Uno a uno los concesionarios navieros y mercaderes han ido abandonando Valparaíso. Primero Mall Plaza declarado ilegal por la Corte Suprema al no enfrentar un troncal o vía expresa y, claro está, toda la defraudación al fisco que nunca se supo y que sepultaron los fiscales Andrade y Rebecco. Luego le tocó el turno al Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL) al no poder avanzar en su proyecto inviable, no sólo por no contar con aguas abrigadas, sino que por carecer de vías de acceso y porque, para rematarla de concretarse, crearía un daño IRREPARABLE al patrimonio de la ciudad. Y ahora, hace muy poco, el Valparaíso Terminal de Pasajeros (VTP), los motivos: una construcción ilegal pagada por el estado de Chile por lo tanto más cara que una privada; la necesidad de construir un segundo VTP ya que se debía abandonar el anterior porque la Bodega Simón Bolívar tenía que ser entregada a Mall Plaza debido a que ¡la licitaron dos veces!, primero al cartel Urenda y luego al cartel Falabella.
Pero, ¿cuáles son las causas detrás de este intento de arreglar algo que ha llenado páginas y páginas de diferentes periódicos y plataformas digitales, con hartas imprecisiones por decir lo menos?
Lo primero a destacar es el incumplimiento por parte de EPV del compromiso público de construir un muelle de pasajeros en el sector Barón. Sin ningún tipo de vergüenza la EPV, no hace mucho y una vez cumplido el plazo autoimpuesto, por medio de su gerente y presidente del directorio anunció que no construiría ningún muelle de pasajeros. Y como ya es común nadie dijo nada, los mismos que se abrazaron y firmaron acuerdos, se sacaron fotos y brindaron con dinero de todos los chilenos, se quedaron mudos.
Lo segundo es un poco más sofisticado pero, para que se entienda, hay que recordar que los cruceros llegaban y debían ser atendidos tanto en el terminal N°1 como en el terminal N°2, es decir los cruceros tenían prioridad por sobre otras naves, incluso antes de la licitación de TCVAL. Por algún motivo, de esos que nunca EPV ha explicado a la ciudad y a sus autoridades, le quitó la prioridad a los cruceros, pero solo a TCVAL y después de varios conatos a TPS.
Cómo y por qué es algo que debiera explicar el gerente de la estatal dado que fue protagonista de todas las “hazañas” antes descritas a pesar de que, según discursos grabados y publicitados, Valparaíso es la ciudad que dice querer. Es decir, el entonces Gerente de Desarrollo y Concesiones y actual Gerente General, Gandolfo.
Por lo tanto y dado que una industria como es la de naves de pasajeros no está para dar tumbos, la Municipalidad debiera:
- Reclamar para sí la administración del sector Barón y hacerlo para abrir la ciudad al mar. Para ello desarrollar en ese polo la actividad turística.
- En la danza de miles de millones de dólares que promete el estado para la recuperación económica, incluir la construcción del “Primer Muelle Municipal de Valparaíso” en Barón complementando la oferta del polo turístico Barón. Su costo varía según se escuchó en ese tiempo entre los 20 y los 40 millones de dólares, no debiera ser problema.
- Recuperar para la Ciudad Puerto y Turística la prioridad para atender cruceros en TPS y TCVAL cuando no puedan ser atendidos en el muelle de pasajeros. Y que mientras no esté construido se vuelva a decretar la prioridad para los cruceros. Tal como demandó el grupo Urenda en tribunales al momento de terminar anticipadamente su contrato.
- Seguir el ejemplo de Miami que mientras no se recupere la industria, se eliminen los costos portuarios (en Chile TUP, muellaje y cobro por pasajeros) de forma de recuperar con fuerza esa actividad para Valparaíso.
Los acuerdos en papelitos con fotos y brindis ya no sirven, la ciudad necesita hechos concretos. No tener los cruceros en Valparaíso tiene una sola madre, una sola responsable y esa es la ineficiencia de las gerencias que ha tenido y sigue teniendo EPV.
¿Quién puede creer en sus diálogos?
Jorge Bustos
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