Nuevo presidente de EPV, mentiroso y porfiado

La tozudez del nuevo presidente del directorio de la empresa portuaria de Valparaíso (EPV) es digna de una buena comparación con la de su patrón, el mentiroso Piñera. Ha afirmado en el Mercurio de Santiago - y no en el decano - que el “proyecto Terminal N°2 (T2) subirá su costo en 60 millones de dólares” y que EL impulsará dicho proyecto, porque Valparaíso su futuro y suerte están ligados a ese proyecto…

Algunas cosas que me parece que Fernando Ramírez no sabe o de las que no quiere enterarse: lo primero es que cuando los australianos compraron las “concesiones” de OHL, el T2 venía en el paquete, y era gratis; además contaba con otro regalo, tenía cero costos la salida o mejor dicho el desistimiento al proyecto.

Los australianos o TCVAL habían logrado la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) instrumento administrativo y jurídico que les permitía iniciar obras cuando quisieran, pues nunca ha existido impedimento alguno, menos judicial, ya que las acciones realizadas por varios vecinos y orgánicas de la ciudad, sólo son acciones administrativas. Es decir, los australianos no quisieron invertir por dos razones, una porque el negocio “¡NO! Da” y porque además no existe Banco en el mundo que apueste a esa inversión… porque los números “¡NO! Dan”.

¿Por qué no da?

Las marejadas y la ubicación del proyecto no les permitirán a los concesionarios usar u operar todo el año el 100% de la construcción. ¿Por qué?, porque el MOLO no da aguas abrigadas a todo el proyecto. Y con el nivel de tarifas existente simplemente no es rentable. Los frentes de atraque, según los expertos, necesitan áreas de respaldo de 25 hectáreas para mover 1 millón de TEU (1), que es la meta, según explica EPV en todos los planes maestros que ha publicado hasta el momento.

Al parecer Fernando no se ha enterado de la reunión en el Sporting de Viña del Mar, donde Gonzalo Bofill le dijo al mismísimo Ministro del Interior que se dejaran de insistir con su famoso T2, no sólo por ser un proyecto malo, sino porque nadie lo quiere en ese lugar. Es más, se ofrecieron para demostrarle a los del SEP y a la Ministra del Transantiago, cómo se hacen las cosas. Tampoco se enteró al parecer, que el presidente de la Cámara de Comercio Regional se cuadró con las palabras del presidente de PIENSA y que, por lo tanto, todos sus esfuerzos serán en vano por el T2 ya que no sólo nos tendrá a nosotros, los vecinos de Valparaíso, como enemigos de ese mal proyecto, sino que también al empresariado de la ciudad.

Antes de dar declaraciones creo que este nuevo presidente debiese preocuparse por cómo es que se gastaron más de 10 millones de dólares en comprar un sistema computacional que no sirve; por qué se financió la construcción del VTP, si está prohibido por ley; por qué se pagó el estudio de Isaza si eso debía financiarlo OHL; por qué se financia a abogados externos para querellarse contra quienes hemos demostrado la mediocridad de los funcionarios de la estatal y la ilegalidad y escasa viabilidad de los proyectos que impulsan.

Fernando Ramírez, al parecer, sólo ha venido a tapar el hedor de la corrupción que trató de destapar su antecesor Raúl Celis y, claro, a mentir y hacer creer a los ilusos que con él llegaron tiempos mejores para el feudo que administra en Valparaíso.

Jorge Bustos