El escándalo de las fundaciones ha golpeado como nunca a la opinión pública. No podía ser de otra manera: la derecha es dueña del 99% de los medios de comunicación y la mayoría de los periodistas dicen la verdad de quien les paga el sueldo.
Llamaba poderosamente la atención que, en la Región de Valparaíso, El Mercurio no había atacado a Mundaca, el gobernador defensor del agua, como tampoco últimamente a Pinky el alcalde. Claro que, con la acción judicial que presentara la Pepa Hoffmann, El Mercurio sucumbió a sus encantos y el pobre defensor del agua está siendo utilizado para dar un escarmiento y demostrar que solo ellos, la costra parasitaria de la política y los UDI, pueden usar y abusar del dinero de los contribuyentes.
El matrimonio, o más bien pololeo entre el expresidente de la SOFOFA, el Gobernador, el Alcalde y los ganapanes de la empresa portuaria, que se consagraría el 21 de agosto con el rimbombante anuncio de 600 millones de dólares de inversión para la ampliación del puerto, parece que está en peligro, porque no solo El Mercurio tiene de casero a Mundaca, también ayer la SUBDERE lo sacó de un foro de la Universidad Católica, donde se supone se luciría con su tesis sobre la descentralización.
(De todas maneras, los casi 500 mil millones de pesos invertidos por el Estado de Chile para construir un muelle para los trasatlánticos en la ciudad de Valparaíso, en mi opinión, es solo un volador de luces, a las que estamos acostumbrados los porteños, porque la inversión es para el 2029, es decir, para cuando ninguno de ellos sea autoridad, y más bien el evento terminará siendo el lanzamiento de varias candidaturas).
Mucha gente cree que lo de las fundaciones es de hoy, pero el sistema instaurado y perfeccionado por los políticos es más antiguo que el hilo negro y ha hecho rico a varios políticos, a sus familias y varios amigos. Veamos cómo:
1.- Cada Intendente, hoy Gobernador, tiene la potestad de aprobar con su firma hasta 442 millones de pesos, es decir, el o los “asesores” proponen y el caudillo firma, y con eso regala dinero de todas las organizaciones que lo apoyan y a los amigos del grupo que comparte el poder. Decir -solo como dato- que de 22 organizaciones que recibieron dineros el 2022, mas de la mitad están siendo auditadas por la Contraloría.
2.- Los Cores pueden aprobar regalos del Estado hasta 948 millones de pesos, para sus amigos, claro, que tengan fundaciones. Es más, tienen montos asignados, según las malas lenguas.
3.- Siendo solo fiscalizados por la Dirección de Presupuesto y luego pasar por Contraloría general de la Republica, los proyectos que superen ese monto, como por ejemplo los $5 mil millones que se le regalaron a la Universidad Católica de Valparaíso para pintar su fachada cuando era Intendente el parlanchín Jorge Martínez.
Las cosas que saltan como sospechosas en la región, y que a uno lo irritan, son esas repeticiones de nombres, esas repetidas coincidencias que aparecen en diferentes líos, que aparecen en la prensa y en los comentarios de pasillos. Curiosamente, quienes asesoran hoy al gobernador Mundaca son los mismos que se vieron envueltos en las designaciones de los directores de los liceos de Valparaíso y algunos dinerillos de la Cormuval; es decir, ese equipo ahora trabaja asesorando al Gobernador, y no solo ellos, al parecer la familia completa encontró trabajo en la Intendencia, perdón, Gobernación Regional.
Al leer estos datos se preguntarán, ¿pero qué tiene que ver el gobernador Mundaca en estos datos? Primero, decir que a estos nuevos administradores los elegimos porque pensábamos que el discurso de cambiar era de verdad; que el nepotismo, los amigos, familiares, parientes, las asignaciones a dedo de recursos quedarían fuera de la administración de los espacios de poder conquistados. Pero, derechamente hemos sido engañados, y la memoria de quienes dieron su vida para recobrar la “democracia” también. Las practicas son las mismas que se criticaron en discursos para pedirnos el apoyo. Uno sabe que la derecha es ladrona y asesina, y se imaginó que con los nuevos espacios de poder conquistados eso empezaría a terminarse.
Las malas prácticas pueden ser legales y no tener condenas punitivas, pero la moralidad siempre es una sola y la juzga la gente, más cuando los dineros que se reparten son de los impuestos del mundo trabajador.
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