Mi nombre es Jorge Bustos. Soy hijo de Yolanda, obrera, dirigente de los trabajadores textiles y wanderina; y soy nieto de Ángel Custodio, fundador del Sindicato de Estibadores de Valparaíso y también wanderino. Inevitablemnete, terminé siendo wanderino. LEER MAS
La capacidad de asombro de nuestra sociedad ha terminado por sucumbir frente a las innumerables muestras de prácticas sin ninguna ética de las cuales hemos sido testigos en el último tiempo por parte de aquellos que supuestamente, a través del voto popular, tienen el deber de defender el bien común y los derechos de todos los chilenos.
Un día cualquiera, una tarde cualquiera, en un punto urbano cualquiera tocó su bocina y me subí. Ni siquiera esperé la seña para ratificar lo que no era necesario. No existían más profesoras de Sociología que tuviesen un Fiat 147 GLS rojo, y menos esa sonrisa de la cual ya me habían advertido.
No teníamos nada, solo las ganas. Éramos jóvenes, como otros en diferentes puntos del país, que resolvimos tomar decisiones dramáticas, enaltecedoras, históricas y, sin duda alguna, heroicas: como decía el Rucio, de dar la vida por la vida.