La carta enviada por la Junta de Vecinos N°4 Cerro Barón a la alcaldesa Camila Nieto Hernández no es un simple reclamo: es un grito de alerta frente a un deterioro que amenaza la seguridad y la dignidad de la ciudad. El Mirador Barón, símbolo de memoria ferroviaria y un balcón urbano, se encuentra hoy fracturado, con barandas sueltas y rotas, veredas colapsadas y cimientos dañados. La comunidad exige respuestas inmediatas.
Este problema no nació ayer. Su raíz está en la demolición del antiguo Hospital Ferroviario en 2017, bajo la administración de Jorge Castro. Esa demolición dejó heridas en los cimientos del mirador, nunca reparadas. La gestión de Jorge Sharp heredó el daño, impulsó un proyecto de remodelación con participación ciudadana, gastó recursos, pero nunca su equipo de santiaguinos ejecutó la obra. Hoy, la alcaldesa Nieto recibe la herencia del abandono y debe decidir si perpetúa la negligencia o rompe el ciclo.
Lo más grave es la sombra de ilegalidad que rodea al edificio levantado en el terreno del antiguo hospital ferroviario. El proyecto fue diseñado por el arquitecto Mathias Klotz Germain, apellido que coincide con el de la entonces directora de Obras Municipales (DOM) de Valparaíso, Adriana Germain. La coincidencia nunca fue investigada como posible conflicto de interés. La Dirección de Obras otorgó permisos y recepcionó la obra, pero jamás se fiscalizó si la volumetría y altura del edificio excedían lo permitido por el Plan Regulador Comunal, como denuncian vecinos y especialistas.
La Ley General de Urbanismo y Construcciones es clara: la recepción municipal no convalida ilegalidades. Si un edificio vulnera normas de altura, densidad o volumetría, la DOM debe invalidar el permiso y sancionar. Nada de eso ocurrió. Tampoco se investigó la responsabilidad de la demolición en las fracturas del mirador, pese a que la evidencia comunitaria y las imágenes son contundentes.
Estamos frente a un caso paradigmático de complicidad institucional: un edificio privado premiado como “aporte urbano” mientras el espacio público se derrumba. Una obra recepcionada sin fiscalización, con sospechas de vínculos familiares nunca aclarados. Un mirador convertido en ruina por la negligencia de tres administraciones municipales.
La carta de los vecinos a la alcaldesa es más que justa: exige inspección técnica inmediata, medidas correctivas urgentes y transparencia. Pero la alcaldesa Nieto debe ir más allá. En mi opinión debe pedir a Contraloría General de la República un informe específico sobre la demolición del hospital, los permisos otorgados por la DOM de ese entonces y la volumetría del edificio. Debería asumir que la seguridad y la memoria de Valparaíso no se negocian, como lo han hecho sus antecesores.
Esperemos que la alcaldesa no repita el silencio de Castro ni la postergación y venta de humo de Sharp. No herede la complicidad y el silencio, ante los poderosos. Esperemos que sea rupturista frente a esa tendencia, y su municipio sea fiscalización, y reparación, ante tanto abuso a los vecinos. El Mirador Barón no es solo concreto: es memoria viva. Y cada fractura que se ignora es otra herida en la dignidad de Valparaíso.
Jorge Bustos
Director Ejecutivo
Fundación Defendamos Ciudad
Región Valparaíso
Ustedes nombran dos alcaldes…
Ustedes nombran dos alcaldes que no hicieron nada, Jorge Sharp, Jorge Castro, pero no olvidemos a Hernán Pinto. Este desastre que ocurre en Barón viene de muchísinos años atrás y es de esperar que Camila Nieto cambie el rumbo y en primer lugar como propone @JorgeBustos, hay que hacer un estudio indicando lo que ocurrió y ocurre en la Municipalidad de Valparaíso. Hay ejemplos como la avenida Altamirano donde se entrega con bombo un borde amononado el año 2005 y a los seis meses se producen dos hundimientos en el terreno. Y de ahí hasta la fecha arreglan uno y aparecen nuevos hundimientos. ¿Qué pasa con la Dirección de Obras? No hay nadie honesto en este puerto. Queremos conocer que ocurre en realidad. Y vuelvo al autor de esta columna: enviar todos los antecedentes a la Contraloría, lo del cerro Barón. Y no sería malo investigar a fondo a ese Depto de Obras de la Municipalidad de Valparaíso, aunque pienso no solo por casos puntuales sino todo el período de un departamento que genera situaciones poco claras.
Añadir nuevo comentario