Al informarse y chequear documentos públicos, se observan contradicciones importantes entre la información proporcionada por la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) y el Boletín N° 12 del Centro de Estudios Públicos (CEP). Estas contradicciones arrojan serias dudas sobre la verdadera necesidad y urgencia de la expansión del puerto y la idea de concentrar toda la actividad portuaria, turística y ferroviaria en un solo operador, es decir, en un monopolio.
La EPV argumenta que la ampliación es esencial para mejorar la competitividad del puerto de Valparaíso, especialmente frente a la competencia del puerto de San Antonio. Sin embargo, el CEP, basándose en el Índice de Rendimiento de Puertos de Contenedores (CPPI) del Banco Mundial y S&P Global, muestra que San Antonio ha tenido un mejor desempeño que Valparaíso desde 2021. Además, otros puertos medianos del Pacífico Sur, como Cartagena, Callao y Posorja, exhiben mayor estabilidad y mejores resultados operativos. Esta información contradice la urgencia que EPV intenta plantear sobre la necesidad de la ampliación y monopolización de tres faenas para competir con San Antonio.
La EPV se enfoca en la necesidad de inversión para evitar la congestión y aumentar la capacidad de transferencia de carga. Sin embargo, el boletín del CEP destaca que Chile ha retrocedido en cinco de seis dimensiones evaluadas en el CPPI entre 2012 y 2023, con caídas significativas en infraestructura y envíos internacionales. Este retroceso sugiere problemas más amplios en la infraestructura portuaria de Chile, que no se limitan a Valparaíso. Además, la inversión en infraestructura portuaria ha disminuido, lo que pone en duda la efectividad de la propuesta de EPV sin un cambio en esta tendencia a nivel nacional.
Mientras que la EPV presenta la ampliación del puerto y la monopolización total como una solución crucial para mejorar la competitividad y capacidad, el CEP propone que los problemas son sistémicos y requieren un marco regulatorio más robusto. Se menciona la necesidad de reformular el DFL 340 para evitar discrecionalidad en las tarifas de concesiones marítimas y establecer normas más claras sobre la caducidad de dichas concesiones, cuestión que se mencionó tímidamente en el informe final de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados en 2019. Además, se sugiere la creación de una Autoridad Logístico-Portuaria Nacional para coordinar a los diversos actores del sector, resolución que también se planteó en 2019 en la comisión investigadora. Este enfoque cuestiona la solución propuesta por EPV, indicando que se necesita un abordaje más amplio y coordinado a nivel nacional.
EPV justifica su propuesta de licitar un único terminal basada en la competencia con San Antonio. Sin embargo, el boletín del CEP resalta que otros puertos del Pacífico Sur tienen mejores resultados, lo que sugiere que la solución no reside únicamente en la ampliación de un puerto en particular. Más bien, se necesita una revisión más profunda de las políticas y regulaciones del sector portuario chileno.
Aparte de las contradicciones en los datos, es fundamental considerar el contexto global. La crisis mundial, marcada por el enriquecimiento de los más poderosos y el consiguiente empobrecimiento de la población, nos obliga a replantearnos las prioridades. ¿Es correcto pensar en la monopolización, o será necesario volver a la MULTIOPERACIÓN para asegurar la competencia, bajar la cesantía y activar el sector comercial y financiero de Valparaíso? En lugar de enfocarnos en una costosa ampliación portuaria, tal vez deberíamos destinar recursos a abordar problemas más urgentes como la inestabilidad laboral y la reducción del consumo.
En resumen, antes de proceder con la expansión del puerto de Valparaíso y su monopolización, es imperativo que la EPV y las autoridades reevalúen sus prioridades y consideren las necesidades reales de la ciudad y el contexto económico global. Solo con una visión más amplia y coordinada se podrá asegurar un desarrollo portuario verdaderamente beneficioso para todos.
Es puro negociado de los
Es puro negociado de los gerentes de turno y viene de años siempre lo mismo y la culpa es de los políticos de turno hananharta plata durante su estancia en los cargos uno se hace nada y no creo que pase algo ya que no les conviene.
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