Valparaíso zona de sacrificio patrimonial
El martes 5 de julio con bombo y avisos por las redes se desarrolló un seminario en el municipio de la ciudad, y la prensa hoy solo destacó las palabras del nuevo director de la Empresa Portuaria de la ciudad (EPV) y del “experto” en infraestructura portuaria el alcalde Sharp, siendo que el seminario contaba con 6 invitados incluso uno internacional, pero al parecer la prensa entiende que no fueron ningún aporte, con la excepción del medio digital https:mediodirecto.cl
Si alguien me hubiese preguntado, lo primero que habría pedido es que se cambiara el nombre del seminario pues rezaba “Después del T2”, al parecer en el municipio nunca se han enterado de que el terminal como proyecto sigue vivo, pues como lo destacan los medios especializados y los abogados que llevaron adelante las acciones en el tribunal ambiental, el fallo de este solo anuló la resolución de calificación ambiental en forma “parcial”.
No me referiré a los invitados como panelistas, pues creo que la prensa con su silencio lo ha dicho todo, si me referiré a los dichos del sucesor del concertacionista Aldoney, Luis Escobar presidente del directorio de EPV, el Mercurio destaca dos cosas de sus opiniones; una es que los tiempos para una nueva licitación están acotados, es más define fechas (año 2026/2027), y también al parecer casi comete el pecado mortal cuando menciona que “no es el momento de decir que hemos tomado una decisión”. Estas palabras me dejaron varias dudas que paso a exponer:
Una cuestión que me parece vital es que no hace mas de 2 años la Cámara de Diputados, los organismos del Estado como ministerios de Hacienda, Transporte, Aduana y otros, coincidieron que el sistema de licitaciones portuarias NO servía, que era Malo, dicho en términos políticos, que era deficiente y había generado un gran gasto para el erario nacional, dicho en chileno, se había privatizado la ganancia y estatizado las perdidas, que el sistema de la monoperación había generado un oligopolio, la más brutal concentración monopólica de la industria portuaria, sin embargo el flamante presidente del directorio, quiere licitar a mas tardar el 2027, entre otras cosa, tiempo donde el ya no estará como presidente del directorio.
Otra cosa que llama la atención es que, al parecer, a pesar del dinero que gana y de tener gerencias que debiesen informar a lo menos, por el dinero que ganan sobre (9 millones de pesos mensuales), no se ha enterado de que los estudios e informes que fueron financiados por la empresa ESTATAL que dirige, donde se explicita que el proyecto terminal 2 generara daños “permanentes e irreparables” al Sitio Patrimonial de la Ciudad de Valparaíso.
Según estos datos, uno lo que no entiende de las palabras de Luis Eduardo, el presidente del directorio de la estatal es cuando asegura que: “se ha avanzado mucho en estos 18 meses” y “ha llegado el momento de empezar a resolver los problemas”. Lo primero es que, sería bueno saber cuáles son los avances y los acuerdos y cuando dice que “resolver los problemas”, se referirá a “consensuar” para “enterrar“ el informe sobre la contaminación que presento el municipio, sacrificar las vistas y las áreas de amortiguación de la Zona Patrimonial, es decir sacrificar una industria como la del turismo, por salvar una industria que solo aporta externalidades negativas para la ciudad, porque si algo ha salvado a Valparaíso después de la dictación de la Ley 19.542, o mal llamada ley de modernización de puertos, fue la declaratoria de Sitio Patrimonial de la ciudad, que logró atenuar la cesantía que provoco la privatización de los puertos y el sistema monoperador, ya que sin la declaratoria patrimonial lo más probable es que ni los ratones nos visiten por lo sucia e invadida de comercio ilegal que se encuentra el centro de la ciudad.
Al parecer al igual que en Quintero, Ventana y Puchuncavi, Valparaíso será zona de sacrificio, pero patrimonial, y nos empezaremos a parecer demasiado a Cartagena no de India, sino a Cartagena de Chile.
Luis Eduardo, al igual que el concertacionista de Aldoney, viene a trampear, y tratar de concesionar un proyecto rechazado por la ciudad y los tribunales, no porque no sea necesario, sino porque el lugar es el equivocado. El directorio de la EPV debiese preocuparse de buscar un lugar nuevo para el proyecto Terminal 2, y, una vez que terminen las actuales concesiones de los frentes de atraques, volver a la multioperacion, para que se generen más empresas y empleos que generen recursos para el municipio, así como devolver a la ciudad la costanera, para potenciar la industria turística y de diversión, ya que la empresa estatal que dirigen le debe a la ciudad un frente de atraque para buques turísticos desde el 2001 y como sabemos que nunca lo construirán, pedimos que se nos restituya el borde costero para el goce de los vecinos y quienes nos visitan.
Jorge Bustos
Añadir nuevo comentario