Pinky y Cerebro, tratando de vendernos su nuevo plan
Si a cualquier autoridad comunal o funcionario de gobierno se le ocurre apoyar un proyecto que no contemple ganar aguas abrigadas para la Ciudad Puerto de Valparaíso, es que no ve más allá de su nariz y solo está pensando en cómo engordar su billetera.
Los países, las ciudades, se construyen con ideas que moldean el acontecer cotidiano y de largo plazo. Nuestra ciudad, si tuvo hace más de un siglo gobernantes y ciudadanos con ideas, quizás nutridos por relatos de otros ciudadanos que se enamoraron de este territorio, desgraciadamente hoy no podemos decir lo mismo.
Se ha mantenido en secreto un acuerdo, oscuro al parecer, sobre el nuevo proyecto de puerto para la ciudad y se han gastado “otra vez” cientos de millones en estudios que solo apuntan a usar de mejor forma las aguas abrigadas que nuestros antecesores construyeron ya hace casi 100 años. ¿Es normal que eso ocurra? Sin duda, pues son poquísimos los porteños que han participado en este secretísimo plan que, al parecer, es tan bueno que desde el chumango Sharp hasta el mismísimo Von Appen saldrán en la fotografía anunciando lo mejor que se les ocurrió. Claro, no faltaran los ganapanes que se las dan de porteños y expertos portuarios que también estarán en el anuncio; total, el trago y los canapés del coctel se pagan con los impuestos de todos los chilenos.
Uno espera que Sharp, después de casi ocho años de ser alcalde de la ciudad, y Von Appen, que ha estudiado y se ha hecho rico con los pulmones de los porteños portuarios, que es un deber moral pensar en la ciudad y en su futuro para dejar un legado, que fueran un poco más inteligentes, no digo que no lo sean, pero al parecer se les pasaron algunos datos a contemplar en el gran plan que publicitaran y que seguramente nos sorprenderá.
Pensaron en que estamos a 300 años del ultimo tsunami en 1730 que inundo hasta la Av. Argentina, que el Molo de Abrigo que permite tener aguas abrigadas tiene casi 100 años y -que se sepa- tiene daños estructurales, que no han sido estudiados ni desmentidos por la Empresa Portuaria de Valparaíso y menos por la Armada que lo usa como atracadero de sus buques de guerra, el cambio climático al parecer solo afectará a Santiago, no al puerto de Valparaíso, que este y Chile en general es telúrico, y que un nuevo terremoto podría destruir el molo, como pasó en 1985 en el puerto de San Antonio. Creo que existen más datos, pero no tiene sentido seguir.
Qué tal si nos planteamos construir un puerto nuevo y de la ciudad en los bajos del Cerro Barón, qué tal si abrimos la ciudad al mar y sacamos el metro tren y lo hacemos pasar por debajo de la avenida Pedro Montt hasta la Aduana y así recuperamos la Costanera para el deleite de los turistas, visitantes y porteños.
La ciudad necesita un nuevo puerto y este debe ser de la ciudad, como lo es en Nueva York, Barcelona, etc. Necesitamos un puerto nuevo porque si cae el Molo de Abrigo actual se acabó la gran marca Valparaíso y seremos una ciudad con cultura muerta.
Ni los ricos ni los jóvenes, menos los políticos, han sido capaces de dar respuesta a una ciudad que se cae a pedazos porque como hace años, han primado sus ganancias sus ansias de poder y claro, sus carreras políticas.
Jorge Bustos
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