Las puñaladas de los políticos

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Autor: 
Jorge Bustos
Mientras los pescados fritos, los mariscos y un buen chardonnay llenaban las mesas en alguna casa en alguna parcela o en algún balneario de nuestro litoral, la costra parasitaria de la política, los “vivos” que ganan a costa de los crédulos (por no decir “agilaos”), nos preparaban tres certeras puñaladas, quedando nuevamente demostrado que estos personajes conocen muy bien el arte del asalto por sorpresa, soltando estas especies de bombas de racimo en momentos en que la mayoría de la población estaba sumida en el profundo sopor de un extenso fin de semana , más incautos que nunca. El primer guadañazo vino de la mismísima presidenta, quien sin que se le moviera un músculo, señaló que: - Ahora los empresarios chicos, medianos y grandes se tendrán que poner con unos 5% para las cuentas de sus trabajadores, perdón “colaboradores” - Que no se preocupen, esto es a 10 años. - Y, que no piensen que esto es dinero para las AFPs, pues esto se dividirá: una parte para el Estado y la otra para las cuentas individuales; es decir, más dinero para que lo administren las AFPs. A la señora y a sus asesores (los parásitos que viven a costa nuestra) les importó un soberano carajo los miles de compatriotas que han marchado a lo largo de nuestro país exigiendo el fin del robo institucionalizado que representan las AFPs. Nada importó el clamor popular de un movimiento transversal, que prueba con testimonios reales y contundentes que personas habiendo dedicado una vida al trabajo, viven una vejez miserable e indigna. La injusticia e insensatez otra vez se impuso. Nada cambia, ayer la Concertación, hoy es la Nueva Mayoría la que como todo gobierno de turno ha optado por seguir enriqueciendo a las administradoras, dándoles la espalda a los trabajadores. 

La segunda estocada pilló a los jóvenes con una mano agarrando una chela y con la otra un choripán y sin decir agua va, les metieron al parlamento el mismo proyecto de ley educación con CAE incluido, que han venido criticando desde el 2006. Por suerte la “patrulla juvenil” parlamentaria cacareó, pero sabido es que “donde manda capitán no manda marinero” y con el compromiso de que en Octubre se modificaría el CAE (otra vez), logró el apoyo de independientes y comunistas para ingresar y ser discutido en la Cámara. 

En la última estocada no salió sangre, más bien pus y un intenso mal olor. La puñalada final estuvo a cargo del Servicio de Impuestos Internos (SII), el que determinó no querellarse en contra de las empresas que financiaron las campañas de los presidentes, de senadores y diputados. 

En términos simples mientras el populacho quemaba al judas, buscaba huevitos y conejitos, varios parásitos brindaban con champaña celebrando la jerarquía estatal de Barraza y hacía planes con el dinero que podrían pedir para financiar las campañas que les permitirán a futuro promulgar leyes que van solo en su directo beneficio y en contra de los intereses y necesidades de aquellos que los ponen en el poder a través del voto. 

Simona Weil decía “Si se le confiase al diablo la organización de la vida pública, el diablo no podría imaginar nada más ingenioso”. Que lo que han inventado los partidos políticos. 

Nada es al azar para los políticos; es evidente la planificación de los hechos. Estas tres estocadas son fruto de una estudiada planificación y no producto de una casualidad, ni menos de buenas intenciones. El problema es que olvidamos pronto, nuestra memoria es frágil y sucumbe fácilmente frente a un bono dieciochero, a los discursos que ofrecen la cura de todos los males, incluyendo la pobreza y la corrupción, como también ofrecen justicia y la igualdad; lo más probable es que en Noviembre el populacho se compre otra vez el cuento y voten por los que se financian con los impuestos del Estado, los empresarios que financian a los corruptos se quedarán con las mejores licitaciones y los  electores, junto a la chusma inconsciente, seguirán siendo bestias que producen dinero para dárselas a las AFPs, a las Isapres, a los colegios y a las universidades. Moraleja para los que tienen vehiculos…… no solamente hay que tomar los resguardos respecto a cuál es la hora más conveniente para el traslado, evitando los tacos durante los fines de semana largos, sino también no bajar la guardia porque pueden venirse otras estocadas  

Jorge Bustos

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