“Se es chicha o limoná o simplemente no se es ná”

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Autor: 
Jorge Bustos

Dicen que cuando se tiene algo de poder, resulta más fácil direccionar la conducta de los más débiles; sin embargo se debe tener un sequito de trabajadores moldeables, quienes por una, no despreciable, comisión, sean los que dirijan a la tropa; “chusma inconsciente”, como los denominó alguna vez el León de Tarapacá.


Y es, que detrás del paro que anuncian aquellos que dicen ser trabajadores portuarios, por un lado hay reivindicaciones que para cualquiera resultarían ser atinadas, pues se recibirá una compensación por la pérdida de trabajo y una pensión para los mayores; y por el otro una gran preocupación debido a la posible privatización del Puerto de Valparaíso. Lo cierto es que no habrá privatización, por lo menos, no hasta el 2011 y eso lo saben el SEP y la EPV, además del TPS, organización que en definitiva es quien gatilla paros y presiona a Correa para que, en una sociedad al parecer incestuosa, logren que el grupo Von Appen se adueñe de la totalidad del Puerto de Valparaíso.


Sin embargo, esta situación tiene detractores tanto el Congreso Nacional y como en el Tribunal de la Libre Competencia, pues ambas organizaciones consideran que: “la concentración monopólica en la industria portuaria es suficiente e incluso demasiada”. Ante tal escenario político y de derecho, los estrategas del grupo Von Appen han decidido usar a los trabajadores como peones de un tablero de ajedrez, con tal de alcanzar su objetivo mercantil.


No se puede ser dirigente de los trabajadores y, al mismo tiempo, defender los intereses de los empresarios, ayudando a fortalecer un monopolio que ha probado ser desquiciado; tampoco se puede trabajar para el Estado y en los tiempos libres desempeñarse para el área privada del transporte. En síntesis, resulta inconcebible tener como aval de una mesa de negociación, al representante de la empresa que desea apropiarse de todo el puerto de Valparaíso.
Los trabajadores informados no podemos apoyar ningún paro que, por justo que parezca, lo dirijan los mercenarios que se hacen llamar dirigentes, pues bajo ningún caso debemos facilitar los negocios de quienes ya tienen más del 40% de los puertos de Chile.


Considero inaceptable la intervención grosera del conglomerado del Sr. Von Appen, particularmente, de la gerencia de ULTRAPORT y del TPS.
Es de esperar, que bajo el pretexto de aumentar la inversión en Chile, no se entregue la totalidad del Puerto de Valparaíso a tan negrera empresa.
Jorge Bustos

 

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