En la Asamblea General de los trabajadores portuarios, en octubre pasado, realizada para conocer y aprobar el Acuerdo Marco que la FTP-V firmó con la Empresa Portuaria de Valparaíso; fueron advertidos por sus dirigentes que lo mas probable era que la licitación anunciada por el SEP y la EPV no se llevaría a efecto, las razones son las siguientes:

− La crisis generada por el capitalismo especulativo mundial, frenaría inversiones y comercio mundial. Chile no seria la excepción.
− Se avecina un año electoral que paralizará, aún mas la toma de decisiones del gobierno.
− La falta de claridad de las compensaciones de carácter social y laboral; mas aún cuando TPS, pretende que con esos recursos se les pague a sus trabajadores contratados. Ello, por sobre la inversión física que, a diferencia de 1999, supera los 350 millones de dólares.
− Las deficiencias mostradas por EPV hacer las bases de licitación; y los errores legales que causaron las conocidas entradas y salidas en el Tribunal de la Libre Competencia.
− Si bien las proyecciones de crecimiento eran correctas, no consideraron que los envíos de exportación e importación bajarían, en volumen y en valor; por tanto no existe el volumen de carga que justifique, por ahora, tal inversión.

Dado ese análisis global realizado esa asamblea de la FTP-V es que, se aprobó la idea de firmar convenio con EPV y La FTP, basado en dos líneas de acción:

1. Trabajar en conjunto con EPV, como primer mandante, un estudio ergonómico, para que nuestros asociados se puedan retirar de su vida laboral antes de los 65 años porque consideramos que es de justicia, que se incluya al sector en la Ley de Trabajos Pesados.

2. Un proceso de Estudio de Necesidades Operacionales, para cuando los envíos de comercio internacional vuelvan a la normalidad, tener el personal certificado, capacitado y tecnificado, así como también, resolver el tema de la regulación, de la industria portuaria de Chile, en particular, la relación capital – trabajo.

Cuesta entender tanta indolencia del Directorio de EPV y el SEP. O es abulia y abandono de sus funciones; o es una maniobra para entregar, sin proceso de concesión, el espigón al grupo Von Appen. Total, la chiva de la crisis mundial, da para todo; hasta para irse a Concepción a vender tarjetas con el grupo Urenda.

De otra manera no se entiende las razones por las cuales han generado tantas expectativas en los trabajadores portuarios y pescadores artesanales. La verdad es que cuesta entender el criterio de los actuales directores de EPV, lo bueno es que ya les queda poco, cualquiera sea el próximo presidente los dejara cesantes, por ineptos, …. espero!!!

Jorge Bustos